El cáncer de mama es una de las principales causas de muerte por cáncer en mujeres en todo el mundo. En España, sin ir más lejos, es el cáncer femenino con mayor prevalencia y más mortal, y se calcula que una de cada ocho mujeres españolas lo padecerá en algún momento de su vida. Sin embargo, cuando se detecta en sus estadios iniciales, las tasas de supervivencia aumentan de forma sustancial. Por eso la mamografía, un procedimiento de imagenología médica diseñado para detectar signos tempranos de cáncer de mama, juega un papel crucial en la lucha contra esta enfermedad. En este artículo exploraremos qué es una mamografía, su importancia en la detección precoz del cáncer mamario y cómo las mujeres pueden incorporar este examen como parte de su cuidado preventivo de la salud.
¿Qué es la mamografía?
La mamografía o mastografía es una técnica de imagenología médica que utiliza rayos X de baja dosis para crear imágenes detalladas de los senos. Durante el procedimiento, la mama se comprime entre dos placas de rayos X para obtener imágenes claras de todas las áreas del tejido mamario. Estas imágenes permiten a los radiólogos identificar signos tempranos de cáncer de mama, como bultos, calcificaciones u otras anomalías, incluso antes de que puedan ser detectados mediante la autoexploración mamaria o un examen clínico. Se estima que el diagnóstico del cáncer mamario se adelanta entre dos y cuatro años gracias a la mamografía, y que este procedimiento es capaz de detectar entre un 90 y un 95% de los tumores, aunque sean muy pequeños.
La importancia de la detección precoz del cáncer de mama
La detección temprana del cáncer de mama a través de la mamografía aumenta significativamente las posibilidades de tratamiento exitoso y supervivencia. Cuando se descubre en fases iniciales, esta enfermedad es más tratable y es más probable que responda bien a la terapia. La mamografía puede ayudar a detectar el cáncer de mama en sus primeras etapas, cuando las opciones de tratamiento son más amplias y las tasas de supervivencia más altas. De hecho, mientras que la supervivencia en el estadio I es de más del 98%, en el estadio IV desciende hasta el 24%. Está ampliamente demostrado que las mamografías reducen el riesgo de morir de cáncer mamario.
¿Cuándo deberían las mujeres realizarse una mamografía?
No existe un consenso generalizado en cuanto a la edad óptima para el inicio de mamografías de control en mujeres asintomáticas y sin riesgo predecible, esto es, aquellas que carecen de síntomas evidentes, antecedentes familiares u otros factores de riesgo. Diversas instituciones, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), recomiendan que las mujeres de 50 a 69 años se realicen una mamografía rutinaria cada dos años. La sanidad pública española ofrece mamografías bienales a todas las mujeres de entre 50 y 69 años como parte de su programa nacional de cribado de cáncer mamario, aunque las edades exactas del principio y el fin de la cobertura varían según la comunidad autónoma donde resida la paciente.
Ahora bien, en vista de la creciente incidencia del cáncer a edades más tempranas y de los comprobados beneficios de la detección de tumores cancerígenos en estadios precoces, hay expertos que abogan por una iniciación anticipada de las mamografías de rutina y, en general, por la ampliación de la cobertura. En Estados Unidos, el American College of Radiology y la American Cancer Society sugieren empezar a los 40 años, y la United States Preventive Services Task Force recientemente recomendó mamografías bienales para todas las mujeres entre los 40 y los 75 años. La Unión Europea, por su parte, renovó su criterio sobre mamografías rutinarias en 2022, aprobando una nueva franja de edad para la cobertura desde los 45 hasta los 74 años. Solo tres comunidades autónomas españolas cumplen, hoy en día, con esta recomendación. La Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) propone bajar la edad de inicio del cribado de cáncer de mama a los 40 años en consonancia con las guías estadounidenses y con la tendencia de las europeas.
Conclusión
La mamografía es una herramienta esencial en la detección precoz del cáncer de mama, lo que puede permitir un tratamiento más efectivo y menos agresivo de la enfermedad. Es importante que las mujeres se realicen mamografías de manera periódica de acuerdo con las recomendaciones de salud y que discutan cualquier inquietud o pregunta con su equipo médico. Las mujeres deben ser proactivas en su salud mamaria y determinar junto a sus médicos cuándo y con qué frecuencia deben realizarse una mamografía de control. La detección temprana salva vidas y puede marcar la diferencia en la batalla contra el cáncer de mama.
En el centro médico CIME de Las Palmas de Gran Canaria podemos ayudar. Ofrecemos la especialidad de Radiología, que cuenta con la más avanzada tecnología y con profesionales altamente cualificados para realizar mamografías y orientar a la paciente antes, durante y después del procedimiento. Si necesita hacerse una mamografía, o tiene preguntas al respecto, no dude en contactarnos. Estaremos encantados de atenderle.
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